Octubre 22
Gris de otoño se proyecta el día
marcando en sus laderas un silencio profundo.
Sobre la mesa un pastel con una vela encendida.
Busco entre viejas fotografías,
y me descubro infantil con un globo en cada mano.
Mi madre, mi padre y mi hermano
rodeando el aura de inocencia ,
que albergaba mi risa contagiosa.
Han pasado varios lustros por encima de mi cuerpo,
y vuelve a ser 22 de un Octubre diferente.