No sé porque hoy no vuelan las palomas.
Se esconden de mí y del universo oscuro.
Sumergen sus alas en el agua sin luz encerrada en el estanque.
Las palomas tienen miedo.
Cierran los ojos y enmudecen el pico,
se amarran con cintas que parecen sogas,
y se niegan a volar en busca de la altura.
La niña llora en un patio desolado,
donde no crecen las espigas de las flores.
Hay un solo bombillo que se mece decadente,
con la ligera esperanza de alcanzar al viento.
Pero el viento se resiste a flotar entre las nubes,
y disfruta con el llanto,
y hace mueca a las palomas.
8 comentarios:
Cuántas veces el aire parece ausentarse resecando la garganta, empañando nuestros ojos y enmudeciendo nuestro cantar...es aire que no deja respirar, que no permite volar.
Cuánto dicho en tan pocas pero hermosas palabras.
Me alegra que hayas pasado a visitarme.
Yo regresaré seguido.
Cariños desde Buenos Aires.
Eliana
www.elyartec.blogspot.com
Gracias por visitarme, pues eso me permitió cruzar tu camino.
Para un amante de la poesía como yo, fue un placer descubrir tu talento.
¡Enhorabuena por lo que transmites!
Un abrazo enorme y que te vaya bonito, compañero.
Me gusta mucho tu poema.
A veces, nosotros , como el viento, nos resistimos a volar.
Abrazos desde Euskadi
A mi amigo Pedro: Gracias de nuevo por tus palabras, este aire puesto aqui es muy bello, lo mismo su imágen. Te mando un abrazo enorme, la escritura no sabe de distancias. Merci
Llegar a este espacio siempre es un rincón amigo donde tu palabra inspira, acompaña y consuela. Gracias Pedro
Pedro Pablo.
Primero disculpa, la tardanza en venir a visitarte y agradecer tu comentario.Estoy de viaje, y a veces me cuesta conectarme.
Es un honor para esta aprendiz tu visita.
Tienes un hermoso blog, y tus poemas son muy especiales.
Espero me permitas seguir visitándote y aprender a expresar de manera tan linda.
Ha sido un verdadero honor.
Un abrazo
Gizz
Fascinante tu blog me ha quedado en mi alma
Me he tropezado con tu blog por puro azar, todavía no sé nada de tí y ya te envidio. La poesía va más allá de las palabras, en una forma de insinuar, de decir sin decir. Me dejáré asombrar de nuevo la próxima vez que te visite. Hasta pronto
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