El alma.
Estaba sumergida
en el silencio
que las rosas provocan,
cuando la lluvia se ausenta.
Estaba sin olor a vida;
sin raíces y sin tierra.
Estaba muerta.
Estaba sumergida
en el silencio
que las rosas provocan,
cuando la lluvia se ausenta.
Estaba sin olor a vida;
sin raíces y sin tierra.
Estaba muerta.
4 comentarios:
Hermoso, por lo breve, por lo profundo.
Saludos.
Bello!! Corto, explícito, rico. un abrazo
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Resulta extraño que tan pocas palabras produzcan tanta tristeza (también ella forma parte del día adía)
Este poema es precioso. Y su brevedad un acierto. Me encanta la fuerza de estas palabras.
Un saludo desde Valencia.
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