Se fue el dia por la mísma puerta que entró alrededor de las seis de la mañana, cuando el alba despuntaba en su comunión de ruidos y colores.
Nada que apuntar en un dia con más sombras que luces. Quizás ayer tuve un momento mágico, cuando pude conectar con Venezuela, y conversar unas palabras con mi amiga Teresa.
Escuchar la voz de un amigo, reconforta, te hace sentir acompañado... y se pierden los temores.
De hoy me estremeció un pensamiento de Mahatma Gandhi que leí hace un rato y que dejo aquí plasmado, para el que pase un dia por estos caminos de hoy; pueda disfrutarlo:
"No quiero mi casa amurallada y sin ventanas.
Quiero que todas las culturas de la tierra puedan alojarse allí, libremente.
Pero rechazo que alguna de ellas intente abolir la mía"
2 comentarios:
Es la magia la que acorta la distancia, Pedro, porque llevamos la nostalgia de lo lejos por dentro. Y oirte fue como un encuentro diferente. Gracias por tu amistad, por tus poemas y por todas las atenciones que me has brindado en tus blogs. Un recuerdo. Tere.
Me gusta este espacio. Hermoso y acogedor como siempre he sentido tus palabras, pero con más intimidad. Un abrazo desde Colombia. Alicia
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