Esta noche salí a cenar a un Restaurant, al que acostumbro a ir de cuando en cuando( ese de cuando en cuando se traduce a disponibilidad monetaria). El asunto es que habian varias mesas festejando cumpleaños, casi todos de personas mayores. Entre ellas una viejita encorvada, donde acumulaba no se que cantidad de dias y horas en su haber. Disfruté cuando soplaba su velita, como si fuera su primer añito, y mi memoria cortó distancias y pensé en mi madre (tan lejos y tan cerca). Y en silencio; también soplé la velita deseándole salud a ambas.
3 comentarios:
Estuve por aquí, Pedro. Traté de dejarte un mensaje pero no pude. Quizás dos, y tampoco. Quizás un paseo sin importancia, quizás, quizás amigo bello, me puso nostálgica tu andar en el camino. Tere
Estuve por aquí, Pedro. Traté de dejarte un mensaje pero no pude. Quizás dos, y tampoco. Quizás un paseo sin importancia, quizás, quizás amigo bello, me puso nostálgica tu andar en el camino. Tere.
Qué bello es este blog. Me encantó recorrerlo.
Un abrazo!
Publicar un comentario