El vacío de tu ausencia.
Sentía el miedo de hablarte,
de escuchar tu voz partida por el centro.
Hecha partículas minúsculas
que no dicen nada.
Por eso me abstuve al silencio,
Me trepé a la cima del árbol;
y me deje caer.
Abajo no había escondrijos,
ni un montón de hojas secas
que equilibraran mi cuerpo.
Abajo solo estaba el vacío de tu ausencia.
4 comentarios:
Hola Pedro Pablo: A un cuando en mi blog dejare
mi felicitación para todos quiero con algunos hacerlo individualmente.
Con mi deseo de que el Niño Dios que nos nace en Navidad tenga un constante nacimiento en tu vida y la de los tuyos un abrazo y
MUCHAS FELICIDADES.
Que poema, duro, de esos que duele cada verbo, muy bueno.
Cariños Gabriela Abeal
Encantado en visitar tu bitácora. Me ha gustado el poema y después de echar un vistazo a tu producción literaria volveré en otros momentos. Veo que eres un escritor consumado y te felicito. Aprovecho para decirte que tengo gran afecto por Cuba. La he visitado y confío que el futuro sea más generoso con ella. Un cordial saludo
Es tan bello este poema que hacer cualquier comentario sería en vano. Sólo te diré que mne ha llegado muy hondo, tanto que me ha dejado sin palabras. Gracias.
Publicar un comentario