Decreto del tiempo
Que importa el tiempo si los minutos pasan y los segundos se disuelven con la aurora. Que importa el tiempo en días como hoy, donde la sombra se traduce en luces y el aire se expande por rincones insospechables.
Cuando tú y yo traducimos el lenguaje de nuestros cuerpos, omitimos las comas y los puntos, se levantan las mayúsculas y el abecedario queda inmune de consonantes y vocales.
Yo galopando en el borde de tu umbral, matizando tus poros con sudores, levantando sortilegios de un mañana.
Que importa el tiempo si el presente se resiste a sucumbir ante el pasado, y el futuro se esconde entre la almohada, donde tu alma y la mía germinan los placeres de un amor tejido entre las sabanas.
Que se detengan los relojes. Que el tiempo ha muerto en días como hoy.
5 comentarios:
Que bello decreto. También yo en estos días he querido detener el tiempo. Has logrado plasmarlo de manera perfecta. Un abrazo, Alicia.
Pedro: He estado transitando por aquí, como un colibrí sobre una flor, porque, justamente, ese tiempo ya no me alcanza para nada y vivo velozmente, como si el día se me fuera acabar antes de que llegue la noche. Ya los libros deben andar cerca de Rattia. ¡Qué noticia tan buena lo del libro de Alejandro! ¿Irás? Una de mis hijas viaja este sábado a Jerusalén de vacaciones...todo lo miro desde aquí, en esta casa con olor a patio y verdes y mariposas y pájaros que andan vueltos locos por la llovizna, yo te recuerdo amigo...un abrazo. Tere.
Pedro ya se ha hecho una buena costumbre mañanera esccuchar tus caminos. Es un texto bello y profundo. Intenta encontrarme en el aire absurdo de estos espacios. Abrí un duario anónimo, con la mejor onda, lo hice pensando en tus caminos. Solo entrarán allí quienes lo hagan por causalidad. No te doy pistas porque es un juego para todo aquel que tenga ganas a horas insólitas de conversar un poco. Sin chatear. No me gusta el chateo por eso de la velocidad, me gusta contestar despacio, espontáneo, nunca leo lo que escribo, pero nadie me corre. Te mando un abrazo amigo. Merci
..."galopando en el borde de tu umbral, matizando tus poros con sudores, levantando sortilegios de un mañana".
Mientras veia los comentarios de nuestra amiga en común M@r, me encontre con tu comentario, y entre a ver que más veia, y me deleite en este post y en esa frase tuya... que tomo en esencia, como el murmullo de la vida misma. Pues siento que galopo a su encuentro cada mañana al despertar en mi mundo.
Hermosa y sublime, Felicitaciones. desde mi ventana mis respetos y admiración por tus murmullos.
Desde mmi rincón Venezolano un abrazo.
Letty.
Poesía espléndida la tuya, amigo.
¡Claro que volveré, con mucho gusto!
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