jueves, 15 de mayo de 2008

Mayo 15

Venía con el periódico en la mano, y con él,; la noticia publicada en titulares: “ Mueren 20 cubanos que intentaban abandonar la isla. Naufraga embarcación precaria en tráfico ilícito “.
Sus ojos llenaban los mares de los muertos y el salitre enrojecía las mejillas. Su voz un nudo de soga de barco ensangrentado, y su dolor un puñal de doble filo atacando un corazón.
“ Pedro, mi hijo y mi esposo ya no están en éste mundo”. Dijo la voz de mi clienta cuando pudo articular palabras.
Miré el rejoj, eran las 5y 25 de la tarde. Cerré la tienda y me hundí junto a ella en el llanto del consuelo.

En mi silencio oscuro busqué el mar en la distancia.

3 comentarios:

Alicia dijo...

Triste y, por desgracia, una realidad para demasiadas familias. Silencio oscuro, deseos de libertad, sueños que no pudieron ser. Sencillo y certero.

mercedes saenz dijo...

Pedro, este es un tema que desarma el cuore. Me acuerdo de tu último poema sobre esto. Desata muchos sentimientos y muchas reflexiones todo lo que desde el hombre hace sufrir al hombre. Un abrazo Merci

Lola Bertrand dijo...

Desgarrador testimonio, amigo, pensar que todos los días ocurren cosas de este estilo.
Abrazos de mar.
Lola