jueves, 22 de mayo de 2008

Mayo 22

Luna de Mayo

Sigue la luna preñada, inmensamente grande y redonda. Ya hace varias noches que proyecta su luz sin anunciar su parto. Y pienso en los amores que volando van creciendo sus besos bajo la misma luna. Y pienso en un mar reposado contra murallas de concreto, cercando el litoral de la ciudad amada. La miro y le pregunto si su rostro se refleja en la marea pausada, igual que hace algunos años. Y le pregunto si continúa coqueta, pintando sus labios de nubes con colores celestes. Ella me mira caprichosa, con cierta picardía en lejana mirada; pero no responde.
Yo quiero saber si los amantes pasean por las mismas calles, y si el sudor de Agosto continúa provocando el desamparo. Pero ella esta inmune a mis preguntas. Pretende esconderse bajo el farol del poste. Ella me lleva ventajas. Puede transitar por todos los caminos, por todos los mares, por todos los cielos. Y yo quedo expuesto a su luz; pero sin los mismos besos.

2 comentarios:

Raquel Graciela Fernández dijo...

Qué precioso texto. Me ha emocionado muchísimo.
Un beso grande.

Alicia dijo...

Lindísimo, la luna no nos ilumina igual cuando estamos solos. Lo plasmaste de manera exacta. Me encanta este espacio. Lindo también el reencuentro con tu amiga. Un besote.